Todas las historias mágicas no tienen por qué tener siempre un final feliz. La magia y el milagro parecen estar en las antípodas de la adversidad, en caminos diferentes, pero no es así siempre. Ayer vivimos una tarde mágica en la inauguración del PCCB, llena de cariño, de amor, de esperanza, de dicha, de felicidad en mayúsculas, aún en la adversidad. Una historia que llevaba implícita mi experiencia de vida, nuestra experiencia de familia, un diagnóstico a nuestro hijo mayor, Arnau con tan solo 13 años y un final no feliz.
El hospital de Sant Joan de Déu y su octava planta han sido mi hogar. El hogar donde mis dos hijos, mi familia y algunos amigos vivimos durante un año y más aún en los seis últimos meses de la vida de Arnau. El adiós empezaba a insinuarse de manera disimulada, insinuante y delicado, pero ahí estaba. Los alquimistas del príncipe, todo su equipo, noche y día preparaban pócimas secretas para afrontar la batalla, estaban exhaustos y nada parecía dar con el milagro, la fórmula mágica que hiciera que su cuerpo traicionado por la enfermedad reflotara, no aparecía. La adversidad estaba cada día más cerca y la oscuridad se apoderó de su risa, de su cuerpo y de su ser. Sin embargo, recuerdo ese año en el hospital como mi casa, un hogar donde el príncipe siempre tenía una risa para sus doctores, sus alquimistas. Los mayores debíamos dejar que ellos nos dieran clases. Parece mentira, pero ellos son más sabios que nosotros, saben más, creedme . Los adultos quedamos lejos de esa compresión.

Ayer la adversidad se transformó en magia. El sueño se hizo realidad. Ayer inauguramos el PCCB (Pediatric Cancer Center de Barcelona). No penséis por un momento que la magia, el milagro, es fruto de la casualidad. La magia y el milagro ocurren cuando hay personas que sueñan, sin expectativas en el tiempo, con convicción y aún en las adversidades, sueñan. La magia y el milagro ocurren cuando hay profesionales especialistas, familias, empresas y entidades que suman, que tienen un anhelo común, que el cáncer del desarrollo tenga cura.