Podemos pensar, idear y proyectar acciones que tengan como objetivo ayudar a los demás, sumar. Incluso podemos dibujar en nuestra mente un resultado final, trasladarnos a ese momento, viajar de una forma cuántica a ese instante futuro donde la misión se vea cumplida percibiendo las emociones que sentiremos cuando el objetivo se cumpla, cuando todo el trabajo realizado llegue a su puerto y llene de sentido nuestra idea, nuestro proyecto.
Pero como digo, no se trata solo de pensarlo, de imaginarlo, sino de hacerlo realidad y eso es lo más difícil, sobre todo en los últimos dos años. La situación provocada por la irrupción de la pandemia del Covid-19 está modificando previsiones, planificaciones, voluntades e ideas en todas aquellas acciones solidarias que llevan por asociaciones, entidades, empresas, colectivos y el propio hospital de Sant Joan de Déu para seguir colaborando en la lucha contra el cáncer infantil. Las donaciones han bajado en torno a un 40%. En camino hacia la cura del cáncer infantil, conseguir que uno de cada cuatro niños diagnosticados con esta enfermedad la supere es una realidad que se vuelve frágil ante la COVID-19.
No obstante y a pesar de todo, lo hemos hecho realidad. Las ninekaires y todas las personas que se acercaron a comprar el libro “El armario de nineka” junto a su nineka, lo hemos vuelto a hacer.
Hemos conseguido recaudar y entregar al laboratorio del Hospital Sant Joan de Déu, 10.100 euros.
Esta cantidad representa 550 horas de investigación oncológica pediátrica. Así que más de 1.000 gracias a todas las personas que habéis hecho posible la magia y hacerlo realidad una vez más.