Yocasta Edipo: análisis del personaje de la reina de Tebas

John Campbell 28-09-2023
John Campbell

Jocasta Edipo es la reina de Tebas y esposa del rey Layo que recibió la profecía de que daría a luz a un niño que mataría a su marido y se casaría con ella. Por ello, ella y su marido decidieron matar al niño exponiéndolo en el monte Citerón. Muchos la han descrito como una madre cruel, mientras que otros consideran que sus acciones fueron de buena fe.

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En este artículo se analiza el personaje de Yocasta y cómo impulsa la trama de la obra.

¿Quién es Yocasta Edipo?

Jocasta Edipo es el madre y esposa del protagonista Edipo en la mitología griega. Es la que exhibe un carácter ecuánime, tranquilo y paz en la familia cuando hay tormenta. Muere trágicamente cuando descubre que ha tenido hijos con su hijo, el rey Edipo.

Yocasta fue cruel

Yocasta fue cruel con su primer hijo cuando aceptó matarlo. En una profecía anterior, ella y su marido fueron advertido de no tener ningún hijo Para ser justos con la reina de Tebas, un relato del mito afirmaba que el hijo fue concebido accidentalmente cuando Layo estaba borracho.

Una vez que concibió supo cuál sería el resultado y se preparó mentalmente para ello. Cuando nació su hijo acudieron al oráculo para adivinar el futuro del niño y les dijeron que mataría a su padre Los dioses también les recomendaron que mataran al muchacho para frenar su maldito destino. El hecho de que Yocasta aceptara llevar a cabo el atroz acto reveló que no era digna de su hijo.

Yocasta y su marido perforaron los pies del recién nacido con palos puntiagudos, lo que provocó que se le hincharan los pies y así fue como el niño recibió su nombre. La pareja vio entonces cómo uno de sus sirvientes, Menoethes, se llevaba al niño a Monte Cithaeron para ser asesinado, Los gritos incesantes del niño no consiguieron ablandar el corazón de piedra de la reina, que estaba decidida a protegerse a sí misma y a su marido.

Jocasta mantuvo la paz en la familia

A pesar de su aparente crueldad, Jocasta siempre llamaba a la calma en medio de una tormenta en la familia. Siempre que él estaba alterado y arreciaba el fuego y el azufre, la serena presencia de Jocasta lo calmaba y su la elección de las palabras le tranquilizó. Durante la acalorada discusión entre Creonte y él, Yocasta sirvió de mediadora que sofocó las llamas entre ambos. Él había acusado a Creonte de conspirar con los asesinos de Layo y ocultaba al asesino.

También acusó a Creonte de connivencia con el vidente ciego Tiresias para derrocarlo. Esto fue después de que Tiresias había llamado al asesino del rey Layo. Sin embargo, Creonte insistió en que era contento con la vida de lujo que tenía y no tenía intención de añadir los problemas asociados a la realeza.

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Jocasta intervino y trató de infundir vergüenza en ambos hombres diciéndoles en una de las citas de Jocasta, " ¿No tienes vergüenza? Pobres descarriados. Tanto griterío. ¿Por qué este arrebato público? ¿No les da vergüenza, con la tierra tan enferma, atizar rencillas privadas?".

El objetivo de Jocasta era conseguir que ambos hombres dejaran de discutir y buscaran una solución amistosa a la difícil situación de la tierra. Si no hubiera sido por su intervención, los dos hombres habrían continuado la disputa, que podría haber acabado a puñetazos. Sin embargo, su intervención trajo algo de cordura, ya que ambos hombres dejaron de gritarse para poder resolver el problema. La presencia de Jocasta ayudó a mantener la paz en la familia, especialmente entre los hermanos, Edipo y Creonte.

Jocasta descreía de las divinidades

Yocasta expresó su incredulidad en las divinidades cuando temió que se cumpliera la profecía. El rey acababa de terminar de narrar cómo había recibido una profecía del oráculo de Delfos que mataría a su padre y se casaría con su madre. Su temor se intensificó cuando le dijeron que el rey Layo había sido asesinado en la encrucijada de tres caminos, pues recordaba que él había matado a un hombre allí en el pasado. Sin embargo, se sintió temporalmente aliviado cuando le dijeron que el rey Layo no había sido asesinado por un solo hombre, sino por un grupo de bandidos.

Jocasta le aseguró que los dioses a veces se equivocaban con sus profecías, por lo que no había que creerles del todo. Le narró cómo los dioses predijeron que su marido Layo sería asesinado por su hijo. Sin embargo, el rey Layo fue asesinado por un grupo de bandidos en la encrucijada de tres caminos. Utilizó esa narración para justificar su conclusión de que no todas las profecías de los dioses se cumplen.

Sin embargo, el destino quiso que la reina Yocasta acabara enterándose de que Layo había sido asesinado por su propio hijo. También descubrió que había se casó con su propio hijo El pensamiento de estos actos abominables la llevó a suicidarse al final de la obra trágica. De la muerte de Yocasta aprendemos que los dioses siempre tenían razón y que sus profecías eran acertadas.

Yocasta fue una amante fiel

Jocasta amaba a su hijo hasta la médula e hizo todo lo posible para protegerlo, incluso poniéndose de su lado contra Creonte. Cuando se enfrentó a Creonte por el asesinato del rey Layo, Creonte intentó razonar con él, pero su hijo lo quería muerto.

Siendo el hermano de Yocasta, uno habría pensado que ella, la reina, se habría puesto de su parte en lugar de la de su marido. Esto último se debe a que la relación entre Edipo y Yocasta era construido sobre el amor.

Sin embargo, optó por seguir a su marido e intentó calmarlo después de que Tiresias le revelara que era el asesino que buscaba. Incluso blasfemó contra los dioses insinuando que a veces cometían errores en sus profecías, todo ello en un intento de apaciguar a su marido. Ni una sola vez cuestionó o gritó a su marido, sino que siempre mantuvo la paciencia. Incluso cuando se dio cuenta de que era su hijo y marido al mismo tiempo, trató de protegerle aconsejándole que desistiera de seguir indagando.

Sin embargo, la curiosidad le pudo e investigó sólo para descubrir que él era el asesino Era mayor que él y tenía más experiencia, pero su amor por su marido la obligó a humillarse.

Nunca se enseñoreó de su edad ni de su experiencia, sino que fue servil a sus deseos. Yocasta permaneció junto a su hijo incluso hasta su muerte, fue una esposa fiel, aunque el destino no le sonrió.

La historia de Yocasta

También conocida como Iocaste o Epicaste, Jocasta era la princesa de Tebas mientras su padre, el rey Menoeceo, gobernaba la ciudad. Los problemas de Jocasta comenzaron cuando ella se casó con el príncipe maldito de Tebas Layo. Layo había sido maldecido por violar a Crisipo, el hijo del rey Pélope de Pisa. La maldición consistía en que sería asesinado por su hijo y éste se casaría con su mujer y tendría hijos con ella.

Así, cuando se casó con Yocasta, ella se vio afectada por ello ya que su hijo, creció para matar a Layo y casarse con ella. Tuvo cuatro hijos con su marido/hijo; Eteocles, Polinices, Antígona e Ismene. Más tarde, se suicidó al descubrir que la maldición que pesaba sobre su marido se había hecho finalmente realidad.

Dada la cronología de los acontecimientos en el poema épico, cabe preguntarse: "¿Qué edad tiene Yocasta en Edipo Rey?". No se nos dice la edad de Yocasta ni de ninguno de los personajes, pero sin duda podemos afirmar que tenía una generación mayor que su marido. La hija de Yocasta, Antígona, no siguió la calma de su madre, sino que optó por la terquedad de su padre y lo pagó caro.

Conclusión

Hasta ahora, hemos analizado el carácter de la reina tebana, Yocasta, y hemos descubierto algunos rasgos de carácter admirables. He aquí un resumen de todo que hemos leído hasta ahora:

  • Yocasta era una madre cruel que llegó a matar a su primer hijo porque los dioses habían recomendado su muerte para evitar el destino maldito del niño.
  • Aunque era cruel, Yocasta mantenía la calma y la paz en la familia durante los momentos de tormenta, especialmente cuando Creonte y Edipo discutían seriamente.
  • Era una esposa fiel que se ponía de parte de su marido en todos los asuntos e intentaba calmarlo aunque eso supusiera blasfemar contra las divinidades.
  • Yocasta consideraba que los dioses a veces se equivocaban en sus profecías y así se lo transmitió cuando le preocupó que se cumpliera la profecía del oráculo de Delfos.
  • La historia de Jocasta revela que ella no conocía la maldición hasta que se casó con Layo, que tenía la maldición por haber violado a Crisipo, el hijo de Pelos.

Jocasta era una mujer inteligente, paciente y sensata Hizo todo lo que estuvo en su mano para proteger a su hijo y a su familia, incluso de la verdad, aunque ésta acabó imponiéndose.

John Campbell

John Campbell es un consumado escritor y entusiasta de la literatura, conocido por su profundo aprecio y amplio conocimiento de la literatura clásica. Con una pasión por la palabra escrita y una particular fascinación por las obras de la antigua Grecia y Roma, John ha dedicado años al estudio y la exploración de la tragedia clásica, la poesía lírica, la nueva comedia, la sátira y la poesía épica.Graduado con honores en Literatura Inglesa de una prestigiosa universidad, la formación académica de John le proporciona una base sólida para analizar e interpretar críticamente estas creaciones literarias atemporales. Su habilidad para profundizar en los matices de la Poética de Aristóteles, las expresiones líricas de Safo, el agudo ingenio de Aristófanes, las reflexiones satíricas de Juvenal y las narrativas arrebatadoras de Homero y Virgilio es verdaderamente excepcional.El blog de John sirve como una plataforma primordial para compartir sus ideas, observaciones e interpretaciones de estas obras maestras clásicas. A través de su meticuloso análisis de temas, personajes, símbolos y contexto histórico, da vida a las obras de antiguos gigantes literarios, haciéndolas accesibles a lectores de todos los orígenes e intereses.Su cautivador estilo de escritura cautiva tanto la mente como el corazón de sus lectores, atrayéndolos al mundo mágico de la literatura clásica. Con cada publicación de blog, John entreteje hábilmente su comprensión académica con una profundaconexión personal con estos textos, haciéndolos identificables y relevantes para el mundo contemporáneo.Reconocido como una autoridad en su campo, John ha contribuido con artículos y ensayos a varias revistas y publicaciones literarias prestigiosas. Su experiencia en literatura clásica también lo ha convertido en un orador solicitado en varias conferencias académicas y eventos literarios.A través de su elocuente prosa y su ardiente entusiasmo, John Campbell está decidido a revivir y celebrar la belleza atemporal y el profundo significado de la literatura clásica. Si usted es un erudito dedicado o simplemente un lector curioso que busca explorar el mundo de Edipo, los poemas de amor de Safo, las ingeniosas obras de Menandro o los heroicos cuentos de Aquiles, el blog de John promete ser un recurso invaluable que educará, inspirará y encenderá un amor de por vida por los clásicos.